sábado, 20 de diciembre de 2014

De silencio en silencio iban nuestras palabras...

Gustav Klimt

En el fondo de nuestras miradas un viento infinito arrastra un solsticio de un verano antiguo;
El dorado hace insoportable el aspecto irreparable de mis presentimientos.
Para sostener mis pestañas, tu voz proyecta fusiles de flores de largas raíces,
Acaso tus párpados a la espera de un equívoco de la luz.

De silencio en silencio iban nuestras palabras hasta encontrarse pequeñas en un hueco del vacío;
Se deshace la presencia de su sonido esmaltado en el borde de nuestro inconsciente.

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