sábado, 1 de diciembre de 2018

Mediodía


El día atrapado en la mitad del día,
Es la hora en que debes decidir entre el desierto o el mar;
Las únicas alternativas posibles son retroceder o avanzar.
Una luz ardiente penetra por los poros sucios de esta ciudad
Y la eternidad se vuelve lenta, espesa, como jarabe.
Piensas que es imposible, inconcebible creer que la noche ha de retornar,
Comienzas a ahogarte con tanta pasión del aire.
Bajo el vapor de todas las miradas tu humanidad se aclara
 y observas a los habitantes del dorado desierto de tus sueños:
Hombres, mujeres, niños, animales brillantes como espejos, 
insectos rojos desterrados del mar.
Mis manos se vuelven de un color naranja rabioso
para las sombras atrapar.
¿En qué instante el día se liberará de la pasión y comenzarán a declinar las horas?
el tiempo no es más que agua evaporada.
Mediodía en el desierto: el triunfo valeroso del sol,
Pero...¿A quién le has ganado distante monarca de la luz?
¿A la luna, a las sombras del invierno, a dios?
Sin embargo el sol sabe y por eso declina:
Sabe que el tiempo es el único vencedor.

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