sábado, 28 de octubre de 2017

El mar encantado


La luna recuerda el esqueleto nacarado del mar,
se estremece y apaga sus ojos dorados.
El reloj es un pozo sin fondo bajo la profundidad,
A medianoche los minutos se ahogan en la oscuridad de tu espejo de sal.
Aguarda la barca en la orilla de tu mente
y antes de dar el primer paso en tierra
deja que tu cuerpo huya de la memoria;
hasta el fin de los tiempos has de escapar.
Dorado y rojos son tus deseos,
como el empaste del libro de los sueños,
por cierto, oculto en el mar.

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