Gustav Klimt
De su centro en movimiento surge tu primer sueño blanco;
Mansas palabras amedrentan el furioso avance de la luz;
La mirada fija en la cima circular del horizonte;
Se agiganta la visión del árbol desnudo de la palabra
Luego se desvanece en unos ojos asombrados;
Aunque me oculto en la solidez del sol
Alguien avanza a mi lado,
portando en las raíces pálidas de sus manos:
El disco blanco de la soledad que le he dejado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario