Leonora Carrington
pasará la hora del desvelo y se dibujarán hermosos relojes en mi inconsciente.
Las manos del tiempo me obligaron a olvidar los campos blancos del retorno,
me instaron a desertar de mi, sin embargo, estoy aquí entre demudados paisajes que brotan de mis ojos.
Mis sueños se fueron tras un pastor que guía orientales criaturas de papel de arroz,
le siguieron hipnotizados por la dulzura de su paso
¿Señor qué es aquello que no regresa y dónde está?
Había olvidado que mi destino es recorrer jardines olvidados para que vuelvan a brotar,
un fabuloso destino de migración interior.
Soy el alma selvática de un silencio nocturno,
de tu mano brota la primera flor de aquel silencio.
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