domingo, 28 de abril de 2019

Andrómeda, Perseo y la roca de la perdición


La cadena de Andrómeda era un reloj roto que sobre el mar se extendía;
Con la vista pegada a la muralla del horizonte, ella esperó.
Sus pies encadenados a un viejo tic tac.
El monstruo marino ascendía borbollante desde la profundidad del mar
e invertía las olas con su mirar.

Ella lo vio y su voz como un limpio manantial se liberó:
"Perseo el mar también es un astro,
su superficie electrizante te cegará,
Aún llueve sobre mis sueños
¡Líbrame de la devorante profundidad del mar!"

Perseo como una lira respondió:

"Andrómeda es la esperanza un indómito manantial,
¿si corto tus cadenas, de ese arenal inmenso me liberarás?
Las raíces de tus pies son bombillas eléctricas
Que desde la triste profundidad me llaman
me hacen naufragar"

Para el descanso de los peces Andrómeda fue liberada;
Perseo transformó al tiempo en un coral.
Mar, silencio y bestia marina volvieron a ser el espejo de la eternidad.

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