Tiembla el cielo espejándose en la quietud del mar,
tiembla y se asombra ante su propia inmensidad,
cubre su desnudez celeste con nubes blancas.
El cielo desea tocar la tierra.
y ser herido por las espinas
oscuras del rosal.
El cielo desea tocar la tierra.
y ser herido por las espinas
oscuras del rosal.
Bajo la hierba suave y fresca
la tierra desvía su mirada hacia adentro
desea acunar un niño de arena.
Desea ser alcanzada por el cielo
y recibir una gota de claridad
en la raíz de sus arterias.
Desea ser alcanzada por el cielo
y recibir una gota de claridad
en la raíz de sus arterias.
En mi pelo se asoma un temblor
que movilizado a mis pies
la máscara al cielo quita
y el templo sagrado de la tierra profana.
y el templo sagrado de la tierra profana.
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