El silencio es el anfiteatro de la espera,
no hay palabras, ni símbolos que puedan dibujar
lo que siente la orilla por la espuma del mar.
En tu mesa hay una lámpara que languidece
porque perdió toda su oscuridad;
está condenada a nunca ser estrella pero siempre brillar.
La memoria con los ojos cerrados
toma un pájaro y deja cien volar,
espera que el olvido tome su lugar.
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