Los soldados que vuelven al hogar
interrogan al día sobre el retorno de las estrellas;
las batallas libradas serán olvidadas
pero los rostros de los muertos volverán a aparecer
en el ocaso, en el fondo de cada taza de té,
-A la hora en que tú revuelves las sombras,
con el azúcar y tu falta de fe-
¡Ay de quienes luego de tantas guerras
y tendidos sobre atemporales campos de amapolas
aún aguardan la noche primordial!
Es larga la ausencia de la luz.
La noche primera, la noche ligera
es lenta
y tarda, tarda mucho en volver.
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