Abre las puertas de tu ser
a espaldas del mar,
y desnuda tu corazón
al ritmo de mis pestañas.
Invéntame un rostro
para darle cara al espejo de la primavera;
y haz de mi cintura
la luz y la sombra de aquella estrella que viste migrar.
Piérdete en las piernas de la luna
y ayúdame a alcanza los brazos resonantes del sol;
el alma pesa y es liviana
en este sueño que nos sueña
y que en lo más profundo de la noche
nos hace despertar...
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