¡Entrad triunfantes, la corona de la victoria se cierne
sobre vuestras cabezas doradas!
y tú soldado, eterno brazo del sol
¿En qué lugar escribiste las palabras de la muerte?
¿Pudiste borrarlas del cuaderno de tu emperador?
¿Dónde has puesto tu ojo de furtivo cazador?
¡Entrad!
¡Pisad!
¡Pisad todos estas memorias vacías, desangradas!
Muchachas tristes deambulan por tus jardines
y los fantasmas preguntan por ti.
Sin embargo, es amarga tu victoria,
conozco bien el sonido negro de tus campanas
las escuché, fúnebres, cuando la noche se tragó la luz.
Mas, ¡no cantes victoria!
El tiempo ha de vencerte soldado,
un día volverás la mirada a la ventana y comprobarás
que todas las flores se han ido.
¡Entrad triunfantes! el invierno ha cambiado de vereda,
Sin embargo...
¡Abrid los ojos vencedores!
No hay ganador, estamos todos muertos.
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