Él vio mis colores
y en alguna parte de su corazón
el mar se abrió,
El azul de mis enigmas su espejo rozó.
Muy despierto, cree estar dormido
aún cuando su alma los ojos abrió.
A la distancia vio el rojo de mis pasos,
como un faro contempla al mar,
desde un jardín oscuro y cálido
-oculto en una ciudad de paz-
Cuando llegó la noche
él pensó en mis colores
y una sombra sus pies vino a besar.
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