René Magritte
Tu rostro brilla y se apoya
Sobre
la superficie de un sueño absurdo,
Envuelto en una identidad disuelta
Diluida
En el té azucarado de una eternidad fabricada por el inconsciente.
Apoyé
las manos sobre una constelación de rocas marinas,
Despojé
a las olas de su inmóvil barca
Para
saltar
Caer
Sobre
la vida que se ahoga en la profundidad del inconsciente
Sobre
el telón de los naufragios
Donde el corazón es el
traductor del océano y sus hostiles mareas.
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