lunes, 1 de diciembre de 2025

Volver

 


Me asomé a tu espejo de agua
para volver,
regresar a mí,
sabiendo que todo círculo nuevo
trae libertad.

Perdonar al verdugo del tiempo
y tocar el sol con los dedos,
desempolvar
este corazón oscurecido,
y del pasado desertar.

¿Dónde estoy?
¿Hacia dónde voy?
Estoy en el final,
sin embargo, hacia el origen me dirijo.

Vuelvo a mí,
al tiempo
en que los relojes caían de los árboles
y las amapolas se asombraban
por la brisa del mar.

Volverá mi corazón
a llenarse de peces azules;
regresaré,
volveré al tiempo
en que los jardines tenían hambre de sal,
y del mar brotaban narcisos amarillos
cubiertos de los sueños del mar.


miércoles, 19 de noviembre de 2025

Hogar



Yo soy mi hogar,
¿por qué habría de buscarlo en otro lugar?
Si todos los caminos te llevan a Roma,
también hacia tu propio corazón te han de llevar.

¿Qué es lo que busca tu mirada en el horizonte?
¿Una casa, un cuerpo o un lugar?
Alguien golpea las puertas de tu corazón,
¿le abrirás?

Forastero, ¿buscas refugio,
un lugar donde tus penas depositar?
Entre sueños escucho tu lamento:

Aleja las penas, ¡esta noche nuestros versos
hemos de cantar!
Alguien golpea las puertas de tu corazón…
¿Le abrirás?

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Soldado soñador



En la comarca del desvelo
te has dormido,
¿Cuándo despertarás?

En el país de los soñadores
abriste los ojos,
¿qué esperas para volver a soñar?

Hasta ayer solo ansiabas retornar,
retomar el camino perdido…
Hoy te equilibras por el parapeto de los días,
¿pudiste olvidar?

El soldado que se perdió en las montañas
hoy se encuentra en el mar.

La tortuga se arrastra
sobre su desgastado caparazón,
y acelera el tiempo escondido
en las cavernas milenarias.

La vida se hace afectuosa e invierte el sentido,
para que unos puedan volver a soñar,
para que otros quieran despertar.

 


lunes, 10 de noviembre de 2025

¿Quién eres en este viaje de sal?

 


¿Quién eres?
Tus huellas perforan
el silencio interno de las olas;
los peces deshojan margaritas
de sal para recordar.

¿Acaso las manos del tiempo
aclararán tu sombra?
¿Te han de develar?

La flecha indica el último
de nuestros caminos,
y el arco mide la distancia
entre tu ojo y el mar...

¿Quién eres en este viaje de sal?
¿El punto de partida,
el punto de destino,
o la distancia entre mi vida y el mar?


jueves, 6 de noviembre de 2025

Andante, moderadamente lento

 


Percibes un movimiento musical
en el fondo del espejo.
Te reconoces lento,
—al compás—.

Las manos en las mejillas,
repites la verdad:
las palabras no lograrán
revelarte del todo, jamás…

Vamos, mi andante: el tiempo es un silencio

que a mi te acerca,
—y quizás algo más—.
El devenir modela
la música de tu abismo personal.

Llevas en el pecho un reloj de péndulo;
su vaivén, un día, te quebrará,
—como la superficie del más fino cristal—.

Ir y venir sobre las cuerdas de los días,
con el clarín de la victoria danzar…
¿En la superficie de qué aguas te reconocerás?
Andante, moderadamente lento:
las horas, los espejos,
y el silencio de las almas en su altar.

 

 


lunes, 3 de noviembre de 2025

Caracol

 


Caracol, caracol,
¿qué viste en el esqueleto del sol?

Caracol, el tiempo es un suave cascarón
que te acerca al centro de una magnética flor.

Caracol, llama dorada,
¿apagarás o encenderás tu farol?

 

Caracol,
¿de quién te escondes?
¿De la eternidad o del sueño estático del sol?

 

Caracol, caracol,
¿qué tan oscuro es tu corazón?
Dime, ¿de qué color es la sombra de tu huella?
Cuéntame, ¿en qué lugar se hunden las raíces del sol?

 

Caracol, ¿es un sueño tu coraza,
o es un sueño tu dolor?
Extraña criatura, mundo eterno y pequeño,
tu corazón oscuro sueña con la luz del sol.

 


jueves, 30 de octubre de 2025

Disco blanco

 


Dentro de tu espejo
gira el recuerdo de la nieve,
del frío que sentiste en la oscuridad.

Mansas palabras brotan de tus labios
y amedrentan el avance de la soledad.

La mirada fija en el horizonte;
se agiganta la visión de la eternidad,
luego se desvanece,
cuando apagas la verdad.

Aunque me oculto en la solidez del sol,
alguien avanza a mi lado,
portando en las raíces blancas de sus manos
el disco blanco de la soledad que le he dejado.