Dale la palabra al soñador
y procura escuchar su suave rumor,
y procura escuchar su suave rumor,
tal vez de su boca oscura salga un ruiseñor,
¡Oh canción de estrellas!
Es de éter tu melodía soñador.
Sin embargo, casi triste
casi inmóvil señor,
yo sé que quieres ser silencio,
porque los sueños se callan soñador,
y eso tú lo sabes cuando cierras los ojos
y con tu voz de ángel apagas el reloj.
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