Primero las manos,
después nada.
Avanzar por la pendiente,
caer,
pedir perdón.
La conciencia se oscurece;
pero a veces se aclara con el sol:
soy un recuerdo, lo que ya pasó;
también soy un camino,
una isla,
el silencio de tu corazón.
El sol se pone,
las luces se encienden,
la conciencia se apaga
para encontrar su voz.
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