En la frontera líquida del amanecer y la noche
justo en el momento en que la luz se separa de la oscuridad;
el jardín rumió un sueño azul,
pequeño
y circular:
"Pensaré en ti hasta que las flores
recuperen los cristales de su llanto,
hasta que mis hojas cuelguen del corazón
salado y oscuro del mar".
Las manos del sol - victoriosas -sostuvieron la fuente circular
y trenzaron la sombra del último barco de papel.
"Te recordaré, pensaré en ti como mi espejo circular piensa en tu lago distante,
-copia fiel de mi luz interior".
El sueño se ahoga en la profundidad de las raíces blancas de las flores
y tiñe de azul la brizna reluciente;
el tiempo extiende su sábana de agua
para que el jardín despierte.
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