Me asomé a tu espejo de agua
para volver,
regresar a mí,
sabiendo que todo círculo nuevo
trae libertad.
Perdonar al verdugo del tiempo
y tocar el sol con los dedos,
desempolvar
este corazón oscurecido,
y del pasado desertar.
¿Dónde estoy?
¿Hacia dónde voy?
Estoy en el final,
sin embargo, hacia el origen me dirijo.
Vuelvo a mí,
al tiempo
en que los relojes caían de los árboles
y las amapolas se asombraban
por la brisa del mar.
Volverá mi corazón
a llenarse de peces azules;
regresaré,
volveré al tiempo
en que los jardines tenían hambre de sal,
y del mar brotaban narcisos amarillos
cubiertos de los sueños del mar.